Nuestra
tendencia es monitorear nuestro comportamiento mientras ignoramos
mayormente nuestros corazones. Pues, ¿cómo monitorea uno el corazón? No
podemos desviarnos demasiado en el comportamiento sin que alguien nos
llame la atención. ¿Pero el corazón? Eso es un poco más complicado.
Jesucristo
dijo algo que hoy día aún tiene implicaciones grandes: “lo que sale de
la boca viene del corazón,” y “del corazón salen los malos
pensamientos”.
El
corazón es un misterio. De hecho, un profeta preguntó acerca del
corazón: “¿Quién puede comprenderlo?” (Jeremías 17:9). Buena pregunta.
La pregunta implica que nadie lo puede entender y concuerdo
completamente. Y aún si pudiéramos entenderlo, sin duda no lo podemos
controlar; otro motivo por el cual tenemos que aprender a monitorearlo.
Como la actividad sísmica de un volcán dormido, lo que no sabes, SI te
puede lastimar.
De repente alguien pide un divorcio.
De repente caen las calificaciones de un hijo y cambia su actitud.
De repente un pasatiempo divertido se convierte en un hábito destructivo.
De la nada palabras devastadoras toman desprevenido a un ser querido y atraviesan su alma.
Así
como Jesús nos dijo, lo que origina en lo secreto de nuestros corazones
no siempre quedará en secreto. Eventualmente lo que pasa en nuestros
corazones logra salir en nuestros hogares, oficinas y comunidades.
El
corazón se filtra en cada conversación. Dicta cada relación. Nuestras
mismas vidas emanen del corazón. Vivimos, lideramos, relacionamos,
criamos, romantizamos, confrontamos, reaccionamos, respondemos,
instruimos, manejamos, resolvemos y amamos desde el corazón. Nuestros
corazones influyen nuestra intensidad al comunicarnos. Nuestros
corazones tienen el potencial de exagerar lo que nos afecta o lo que no
nos afecta. Todo aspecto de nuestra vida se conecta con lo que sucede en
nuestro corazón. Todo pasa por el corazón en su camino a donde vaya.
Todo.
Se
necesita valentía en pedirle al Padre Celestial ayuda para cuidar,
entender y purificar nuestros corazones. Él está deseoso de respondernos
y mostrarnos cómo reemplazar viejos hábitos del corazón con nuevos y
mejores hábitos, los cuales a su tiempo nos llevarán a ser más como Su
Hijo.
En los siguientes cuatro días de este devocional estaremos mirando cuatro enemigos del corazón que todos enfrentamos.
¿Qué
revelan tus pensamientos, palabras y acciones recientes acerca de lo
que sucede en tu corazón? Pide a alguien cercano su opinión acerca de
esto.
Mateo 15:1-20
1Entonces
se acercaron a Jesús ciertos escribas y fariseos de Jerusalén,
diciendo: 2¿Por qué tus discípulos quebrantan la tradición de los
ancianos? Porque no se lavan las manos cuando comen pan. 3Respondiendo
él, les dijo: ¿Por qué también vosotros quebrantáis el mandamiento de
Dios por vuestra tradición? 4Porque Dios mandó diciendo: Honra a tu
padre y a tu madre;Ex. 20.12; Dt. 5.16. y: El que maldiga al padre o a
la madre, muera irremisiblemente.Ex. 21.17; Lv. 20.9. 5Pero vosotros
decís: Cualquiera que diga a su padre o a su madre: Es mi ofrenda a Dios
todo aquello con que pudiera ayudarte, 6ya no ha de honrar a su padre o
a su madre. Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra
tradición. 7Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo:
8Este pueblo de labios me honra;
Mas su corazón está lejos de mí.
9Pues en vano me honran,
Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres.Is. 29.13.
10Y
llamando a sí a la multitud, les dijo: Oíd, y entended: 11No lo que
entra en la boca contamina al hombre; mas lo que sale de la boca, esto
contamina al hombre. 12Entonces acercándose sus discípulos, le dijeron:
¿Sabes que los fariseos se ofendieron cuando oyeron esta palabra? 13Pero
respondiendo él, dijo: Toda planta que no plantó mi Padre celestial,
será desarraigada. 14Dejadlos; son ciegos guías de ciegos; y si el ciego
guiare al ciego, ambos caerán en el hoyo.Lc. 6.39.15Respondiendo Pedro,
le dijo: Explícanos esta parábola. 16Jesús dijo: ¿También vosotros sois
aún sin entendimiento? 17¿No entendéis que todo lo que entra en la boca
va al vientre, y es echado en la letrina? 18Pero lo que sale de la
boca, del corazón sale;Mt. 12.34. y esto contamina al hombre. 19Porque
del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los
adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las
blasfemias. 20Estas cosas son las que contaminan al hombre; pero el
comer con las manos sin lavar no contamina al hombre.
domingo, 30 de septiembre de 2018
Enemigos del corazon día 1
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