Las
manos de Dios, el arquitecto del universo. ¡Todos pasamos por ellas!
Pero no todos salimos igual, ni estamos en ellas al mismo tiempo. A
diferencia del barro nosotros tenemos vida y no todos queremos ser lo
que Dios quiere que seamos, muchos nos resistimos al proceso de
formación que Dios quiere darnos. Esto es lo que se conoce como la
soberanía de Dios.
Puede
ser un poco complicado de entender para los que no le han dicho a Dios
que le dan toda su vida y que están dispuestos a someterse a cualquier
proceso en su vida. Lo que si te puedo asegurar es, que Dios te ama
tanto que nunca estará dentro de sus planes hacerte daño. Nunca
trabajara tu vida para dejarla en condiciones deplorables. Dios hará de
tu vida algo especial, algo digno, algo bello. Y para aquellos que no
quieren cambiar su manera de vivir, que ven a Dios como algo que no
tiene parte en su vida les repito el mensaje de Dios: “dejen ya de hacer
lo malo y mejoren por completo su manera de vivir” las manos de Dios
están dispuestas a moldear la vida de cada uno de nosotros, démosle esa
oportunidad es lo mejor que podemos hacer.
Jeremías 18:1-12 Reina-Valera Antigua (RVA)
18 LA palabra que fué á Jeremías de Jehová, diciendo:
2 Levántate, y vete á casa del alfarero, y allí te haré oir mis palabras.
3 Y descendí á casa del alfarero, y he aquí que él hacía obra sobre la rueda.
4 Y el vaso que él hacía de barro se quebró en la mano del alfarero; y tornó é hízolo otro vaso, según que al alfarero pareció mejor hacerlo.
5 Entonces fué á mí palabra de Jehová, diciendo:
6 ¿No podré yo hacer de vosotros como este alfarero, oh casa de Israel, dice Jehová? He aquí que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel.
7 En un instante hablaré contra gentes y contra reinos, para arrancar, y disipar, y destruir.
8 Empero si esas gentes se convirtieren de su maldad, de que habré hablado, yo me arrepentiré del mal que había pensado hacerles.
9 Y en un instante hablaré de la gente y del reino, para edificar y para plantar;
10 Pero si hiciere lo malo delante de mis ojos, no oyendo mi voz, arrepentiréme del bien que había determinado hacerle.
11 Ahora pues habla luego á todo hombre de Judá, y á los moradores de Jerusalem, diciendo: Así ha dicho Jehová: He aquí que yo dispongo mal contra vosotros, y trazo contra vosotros designios: conviértase ahora cada uno de su mal camino, y mejorad vuestros caminos y vuestras obras.
12 Y dijeron: Es por demás: porque en pos de nuestras imaginaciones hemos de ir, y hemos de hacer cada uno el pensamiento de su malvado corazón.
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