La conciencia espiritual
En
Adán, el ser humano es un alma con vida, encasillado en un cuerpo y que
manifiesta todas las cosas del alma a través de su cuerpo. En Cristo,
son espíritus resucitados, que están encarnados en un cuerpo, pero no
son gobernados por el alma sino por el espíritu. El ser humano es
espíritu, alma y cuerpo. Cuando es espíritu resucitado, entonces está en
el espíritu y está habilitado para tener una conciencia espiritual,
tener intuición espiritual y tener comunión con Dios.
El
cuerpo tiene que ver con lo fisiológico, morfológico y lo anatómico,
para relacionarse con el mundo físico. Cuando es espíritu vivificado,
cuando lo habita Cristo, en donde la dimensión espiritual lo relaciona
con Dios, puede comprender las cosas del espíritu aunque se encuentre en
el cuerpo físico, pero no gobernado por él, ni por el alma. Al conocer
de Cristo, desde ese momento vino el deseo de conocer las cosas de Dios,
produjo alegría al congregarse, vino el deseo de saber estas cosas que
antes creía que eran para gente fracasada, para viejitas, porque tiene
una dimensión espiritual que está viva. En la dimensión espiritual, el
creyente está vivo y se relaciona con Dios, en la dimensión sicológica
se relaciona con otras personas, en la dimensión física se relaciona con
el medio ambiente. En el orden del alma viviente, Dios no es real, son
ajenos a la vida de Dios, dicen si, Dios existe; pero su espíritu está
muerto, pero sus otras dos áreas están activas y gobierna la dimensión
del alma.
Esa
es la diferencia de porqué, como alma viviente cuando alguien le hace
algo, dice quiero vengarme, pero como espíritu vivificado no reacciona
como antes, sino que puede decir: no voy a pagar mal con mal. Como alma
viviente reacciona con ira, como espíritu vivificado reacciona con
templanza; como alma viviente cede a todas las tentaciones, como
espíritu vivificado decide lo que es mejor para su vida; como alma
insulta, como espíritu vivificado bendice; como alma viviente le gusta
recibir, como espíritu vivificado aprende a dar; como alma viviente es
egoísta, como espíritu vivificado es dadivoso; como alma viviente grita,
como espíritu vivificado convence; como alma viviente vive en el temor,
como espíritu vivificado vive en la dimensión de la fe.
Es
decisión de cada hijo de Dios, crecer en la dimensión del espíritu, y
si todavía gobierna el alma, examínese, de acuerdo a estas directrices.
Decida leer la Palabra de Dios, asistir a las reuniones de su
congregación, ser discipulado por un ministro competente, manifieste a
Cristo, quien lo habita, en todas las áreas de su vida.
1 Tesalonicenses 5:23 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
23 Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.
1 Tesalonicenses 5:19 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
19 No apaguéis al Espíritu.
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