Vivir en el espíritu
Pablo
enseña que los hijos de Dios viven en el espíritu, que al tener la
nueva naturaleza de Cristo en el creyente, cada uno de manera
intencional, debe hacer que se desarrolle, que crezca la naturaleza que
ahora posee. El primer Adán y su naturaleza que está gobernada por el
alma, es tan solo un alma viviente. El postrer Adán y su naturaleza
gobernada por el espíritu, es espíritu vivificante. Primero fue lo
natural, lo terrenal, luego lo espiritual. Pablo habla, que como es
Adán, así son los terrenales y como es el celestial, Cristo, así son los
celestiales. Los que hemos creído en Cristo, somos espirituales, somos
celestiales. Hemos pasado de muerte a vida. El espíritu que estaba
muerto en la naturaleza terrenal, ahora tiene vida en la naturaleza
celestial.
Los
seres humanos tenemos espíritu, alma y cuerpo. El espíritu (conciencia,
intuición, comunión con Dios) es lo que hace que podamos relacionarnos
con el mundo espiritual, nos habilita para entender a Dios y las cosas
del espíritu. Nos habilita para desear y disfrutar las cosas eternas y
no vivir solo en función de lo temporal. El alma (emociones, voluntad,
mente) nos relaciona con lo sicológico, incluye los deseos del corazón,
las emociones, el temperamento; me ayuda a percibir internamente lo que
el cuerpo identifica desde el exterior. El alma gobierna cuando las
premisas que se manejan en la vida vienen dadas por la cultura, el
ambiente, lo que está de moda. El cuerpo (fisiología, morfología,
anatomía) nos ayuda a relacionarnos con el mundo material.
Los
que caminan en el orden natural, tienen muerto el espíritu, por lo
tanto, todo lo que tiene que ver con Dios, para ellos no tiene sentido,
no lo entienden, no lo anhelan, no lo disfrutan, no tienen la capacidad
de percibirlo. Lo que domina en el orden natural es el alma, reacciona
ante las cosas que le dicta la mente, el temperamento, por eso hay
personas que no se pueden controlar en sus reacciones, gritan, golpean,
lloran, se ríen descontrolados, van de un enamoramiento a otro, porque
son personas gobernadas por el alma. Si las emociones dictan que me
enoje, me enojo; si me dicen que estoy muy alegre entro en euforia; si
me quiero vengar, me vengo; vivo por lo que dictan las emociones. Actúan
en el orden de Adán, son almas vivientes muertos en espíritu. Este
accionar, cambia radicalmente en el orden de Cristo; porque son
espíritus con vida, espíritus vivificados. El que está vivo, actúa
diferente al que está muerto en el espíritu, de manera natural, sin
esfuerzo, porque ahora es su característica, su naturaleza.
1 Corintios 15:45 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
45 Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante.
1 Tesalonicenses 5:23 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
23 Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.
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